Compositor espejeño nacido en 1929 y afincado en Córdoba desde 1944, aunque jamás olvidó sus raíces, su pueblo, a quien una y otra vez acude para dar letra a coplas y pasodobles: “Pueblo de blancas casitas/estás encima de un cerro/con tus mujeres bonitas/aunque no esté a tu verita/yo te llevo en mi recuerdo”. Una dilatada actividad artística caracteriza la labor de este afamado espejeño, pues su pasodoble Soy Cordobés (1966) ha sido la pieza musical que, sin duda, mayor notoriedad ha alcanzado entre los cordobeses de dentro y fuera de nuestra tierra.

Este pasodoble, en palabras de quien fuera alcalde de Córdoba, Herminio Trigo, “es como un himno popular de nuestra ciudad”. Su carrera artística ha sido generosamente colmada de éxitos y premios, así como de una amplia producción discográfica y reconocimientos por parte de las más diversas entidades culturales, peñísticas y semanasanteras cordobesas. Los homenajes a Rafael Castro no han cesado a lo largo de su carrera profesional. De entre todos ellos, conviene singularizar el acuerdo del Consistorio cordobés, en 1992, de rotular una calle con el nombre de “Avda. Compositor Rafael Castro”, que bordea el actual Balcón del Guadalquivir. Ese mismo año, el fundador y director del grupo musical “Los de Sierra Morena”, con el que cosechó numerosos éxitos, fue condecorado también por el Ayuntamiento cordobés con la meritísima Medalla de la Ciudad.

Además de las sevillanas y pasodobles que ha dedicado a su pueblo natal, también acude puntualmente e interviene en cuantos actos es requerida su presencia.