Fundador y I señor de Espejo, su actividad militar y política se enmarca entre la última década del siglo XIII y el primer tercio del siguiente. Como indica el profesor José Manuel Escobar, llegó a alcanzar un poder e influencia que trascendió con mucho el ámbito local. Hombre avezado en la lucha frontera de su época, alcanzó la dignidad de alcaide del Alcázar de Córdoba, portero mayor del rey en Andalucía, embajador extraordinario ante la Santa Sede, y más tarde, alcalde mayor de la ciudad de Córdoba. Personaje histórico de gran prestigio e influencia al que Espejo debe su renacer en la época bajomedieval.