Espejo ofrece enclaves arqueológicos de gran interés. Sin duda, el más relevante por su funcionalidad y estado de conservación es El Aljibe, a poco más de 1 km del núcleo urbano, por el camino del mismo nombre, cuyo trazado coincide con el que debió tener la vía romana que conectaba Ucubi con Obulco (Porcuna, Jaén).
Espejo ofrece enclaves arqueológicos de gran interés. Sin duda, el más relevante por su funcionalidad y estado de conservación es El Aljibe, a poco más de 1 km del núcleo urbano, por el camino del mismo nombre, cuyo trazado coincide con el que debió tener la vía romana que conectaba Ucubi con Obulco (Porcuna, Jaén). Se trata de una construcción realizada en sillería, fechada a finales del siglo I a. C., semisubterránea, con una base rectangular con más de 8 m2, una profundidad de 4’20 m, planta rectangular de 2’30 x 3’58 m y cubierta por bóveda de medio cañón, rota en su desarrollo por dos aberturas taponadas con piedras. A su interior se accedía por medio de unos peldaños también en sillería, encajados en el muro frontal e izquierdo, conservados en su mayoría, aunque se le ha dotado de otra escalinata metálica con baranda para mayor seguridad. Esta construcción hidráulica entró en desuso en el siglo III d.C. En la etapa musulmana, recibió una serie de modificaciones en su estructura original a fin de aumentar la capacidad de retención de agua, dándole una mayor funcionalidad. Este uso ha sido el que ha propiciado el nombre de “Aljibe”, sin duda uno de los yacimientos romanos más importantes de la provincia de Córdoba.
Sabemos que el agua, en todas las culturas, ha sido objeto de un tratamiento especial; por consiguiente, dadas las características del yacimiento, podría considerarse a este “santuario del agua” como un auténtico monumento romano al manantial, como argumenta el profesor Lacort Navarro, director de la Intervención Arqueológica de Urgencia, llevada a cabo entre diciembre de 1988 y febrero del año siguiente, y a quien debemos el estudio del mismo.
Miguel Ventura Gracia